Un gymkhana en San Isidro
 
Gymkhana es un término de origen hindú que significa ejercicio de habilidad física efectuado indistintamente a caballo, a pie o en cualquier tipo de vehículo como automóvil, bicicleta o patín. En esta prueba deportiva también están comprendidas las cómicas carreras de la aguja, de disfrazados, de la rosa y del huevo.

En 1907 el gymkhana se disputaba frecuentemente en el estadio de la Sociedad Sportiva Argentina y en el Pabellón de las Rosas pues estaba muy de moda en esa época. Por esos días, se promocionaba el refresco gymkhana así:

“La bebida favorita en los clubs y en los cantones militares de la India Británica. La bebida de moda en Inglaterra. Únicos importadores: Juan Chapar & Ca., Buenos Aires”.

“Gymkhana”, La Nación, Buenos Aires, 13 de marzo de 1907, p. 9


A nuestro pueblo también llegó el gymkhana con carreras de gatos y de enhebrar la aguja, y un concurso de saltos variados, donde el ganador resultó el teniente De Oliveira Cézar.

“El gymkhana en San Isidro”, PBT, n° 126, Buenos Aires, 13 de abril de 1907, p. 79


Favorecido por una hermosa tarde, el sábado 25 de marzo de 1905 se había efectuado un gymkhana en el hipódromo del Lomas Jockey Club -Lomas de Zamora-, organizado por la comisión de fiestas de dicha institución a beneficio del hospital de esa localidad.

Los concursos hípicos, dirigidos por el barón Gastón Peers de Niewburg, se realizaron con toda corrección y con sujeción al siguiente programa:

Primero. Concurso para carruajes tirados por petizos, presentados por niños no mayores de doce años. Premio: un juguete.
Segundo. Carrera de manejo de caballos de silla. Los concurrentes, en parejas, tenían que recorrer un trayecto determinado, por entre ocho palones dispuestos en hilera, los que no debían ser derribados.
Tercero. Carrera de animales diversos, exceptuando caballos, mulas y perros, dirigidos por niños menores de doce años.
Cuarto. Carrera de disfraz, a caballo.
Quinto. Carrera de enhebrar la aguja.
Sexto. Carrera de ensillar. Después de colocar la silla a su respectiva cabalgadura, cada uno de los competidores debía encender un cigarro, abrir un paraguas que se le sostenía en el paraje donde se apeaba y regresar al punto de partida con el cigarro encendido y el paraguas abierto.
Séptimo. Cinchada en pelo.
Octavo. Correr a pie contra un caballo.

Por lo que vemos el programa era variado, con números que hicieron pasar buenos momentos de hilaridad al público. La interesante fiesta hípica que despidió la temporada veraniega comenzó a las dos de la tarde. Se contó con el concurso de conocidos sportsmen y sociedades hípicas. Hicieron acto de presencia las familias que veraneaban en Lomas de Zamora y en los pueblitos vecinos de Adrogué, Temperley y Banfield.

Entre la numerosa y selecta concurrencia se hallaban presentes las señoritas Felisa y Emma Rosa Areco, Celia y Carmen Ledesma, María Rivadavia, Esther, Rebeca y Susana Varela, Dominga Acosta, Celia y Sara Méndez, Nélida y Celia Araujo, Consuelo y Mercedes Moreno, María Angélica Rojas, María Angélica Capdevila, Lola y Beatriz Feilberg, Delfina Justo, María Josefa y Ana Nelson, Margarita, Matilde y Felisa Lanusse, María Enriqueta Curutchet, Adela Rosquellas Walker, Clelia y María Inés Romero, Sara y Lucía Fernández Cutiellos, Carmen Espinosa, Josefina Sánchez, Ana y Celina Rojas, Anita Rizzi, Raquel Velland, Justa y Adelina Martínez y Amanda Martí.

“Lomas de Zamora”, La Nación, Buenos Aires, 21 de marzo de 1905, p. 7; “Lomas Jockey Club”, La Nación, Buenos Aires, 24 de marzo de 1905, p. 6; “Lomas Jockey Club-Gymkhana”, La Nación, Buenos Aires, 25 de marzo de 1905, p. 7; “En Lomas de Zamora”, La Nación, Buenos Aires, 26 de marzo de 1905, p. 7


En la fotografía vemos a miembros de la comunidad argentino-británica entreteniéndose en un gymkhana donde se utiliza un apero de bastos.