La Orden del Libertador San Martín, por Carlos Dellepiane Cálcena
 
Por decreto nº 5.000 del 17 de agosto de 1943, se creó la Orden del Libertador San Martín, decreto que fue reformado por la ley nº 13.202 sancionada el 21 de mayo de 1948, la que a su vez fue derogada por el decreto-ley nº 16.628 del 17 de diciembre de 1957 que recrea la orden. Las modificaciones lo fueron sólo en la forma y la reglamentación fue aprobada por el decreto nº 16.643 del 18 de diciembre de 1957.

Esta orden es conferida únicamente “a los funcionarios -civiles o militares- extranjeros que en el ejercicio de sus funciones merezcan en alto grado el honor y reconocimiento de la Nación”.

La orden consta de seis grados: Collar; Gran Cruz; Gran Oficial; Comendador; Oficial; Caballero. El collar es reservado a soberanos y jefes de estado.

Como corporación de honor que es, está regida por un Consejo presidido por el Gran Maestre de la Orden que es el Presidente de la Nación, siendo asistido por el Gran Canciller, cargo desempeñado por el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto. El Consejo es integrado por los miembros del gabinete nacional.

El collar de la Orden del Libertador San Martín, es la insignia de mayor jerarquía que confiere la República Argentina. Posee un gran simbolismo sanmartiniano y constituye una pieza de orfebrería de gran calidad. Fue diseñado en 1945 por el ingeniero y escultor argentino Ángel Eusebio Ibarra García, junto con las piezas representativas de los distintos grados.

Está compuesto por dieciocho eslabones; diez de ellos representan coronas elípticas de laureles, alternados con eslabones en forma de sol, unidos por un broche anterior del cual pende un cóndor andino, la corona de laureles y la insignia. Los eslabones de laureles, símbolos de dignidad, representan las glorias acreditadas por el Libertador. Los eslabones en forma de sol, reproducen el sol de la primera moneda argentina acuñada en 1813, por ley de la Soberana Asamblea Constituyente. Es figurado, con un total de treinta y dos rayos rectilíneos y flamígeros alternados. El eslabón central del que pende el cóndor andino, representa el broche de la Divisa al Patriotismo, otorgada por el Libertador a Da. María Josefa Arenales en 1822. Los eslabones a ambos lados del broche anterior son fijos y juntamente con los que se encuentran a los lados del signo del infinito, representan nervaduras de hojas y evocan los bordados del frac militar que el Libertador vistió como Protector del Perú.

El cóndor andino es representado de frente, en actitud de volar y en sus garras lleva una corona de laureles que sostiene la réplica en miniatura del sable corvo del Prócer, desenvainado simbolizando su acción. La insignia que pende de la corona de laureles, representa el sol de la moneda patria con sus dieciséis rayos rectilíneos y otros tantos flamígeros, estilizados, para lograr así armonía y lucimiento. Rodeado por el resplandor de dichos rayos, se encuentra el busto del Libertador, dentro de un cintillo de brillantes y un doble círculo esmaltado con los colores nacionales. Sobre el círculo, en leyenda perimetral superior e inferior: “Libertador” y “San Martín”. En el reverso la insignia lleva el Escudo Nacional en esmaltes, rodeado por un círculo blanco, uno azul celeste y otro de granates.

Los demás grados de esta orden presentan el diseño básico de la insignia del Collar, pero sin el cintillo de brillantes. La cinta de la orden es de color azul celeste con bordes blancos, de cien milímetros de ancho para la banda de la Gran Cruz y de treinta y cinco milímetros para los grados de Gran Oficial, Comendador, Oficial y Caballero. Los titulares podrán usar en la solapa la boutonnière de la Orden con sus colores y de acuerdo con los modelos correspondientes, al igual que la miniatura réplica de la misma.

Dellepiane Cálcena, Carlos. "La Orden del Libertador San Martín". (En: Revista Diplomática Placet, Buenos Aires, nº 52, p. 45 ilus., dic. 1991).

Dellepiane Cálcena, Carlos. "La Orden del Libertador San Martín". (En: Cuadernos de Numismática y Ciencias Históricas, Buenos Aires, t. 22, nº 96, p. 3-9 ilus., jun. 1995).