Introducción al conocimiento histórico, por Alberto N. Manfredi (h)
 
De nuestro antiguo sitio de “La Voz de la Historia”, aquel que dedicamos a escolares y estudiantes, hemos rescatado esta introducción, que sirve para aclarar conceptos y brindarnos una idea general y definitoria de tan cautivante y necesaria disciplina.

CONCEPTO DE HISTORIA. DEFINICIÓN

El término “Historia” deriva de una antigua expresión griega que significa “conocimiento adquirido mediante una investigación”. La búsqueda de datos se expresa en una narración, por lo que “Historia” viene a significar el “relato de los hechos en forma ordenada y cronológica”.

Con el transcurso del tiempo surgieron nuevas interpretaciones de lo que es realmente la Historia. Para algunos especialistas es la ciencia que se ocupa de los hechos de los hombres. A través de esos hechos se llega al conocimiento del pasado en el que el ser humano ha intervenido directa o indirectamente y al relatarlos o narrarlos por escrito, se intenta analizar sus causas y consecuencias. Para muchos expertos, la Historia es una ciencia que interpreta las causas y el sentido de los hechos del hombre a través del tiempo.

En consecuencia, se puede definir a la Historia como la ciencia que investiga y analiza metódicamente los hechos del pasado humano, intentando interpretar sus causas y consecuencias.

Sin embargo, hay quienes sostienen que la Historia no es una ciencia porque es imposible someter los hechos y el conocimiento a análisis exactos o de laboratorio para luego formular leyes.

OBJETO Y MÉTODO DE LA HISTORIA

La misión y el principal objetivo de la Historia son sistematizar y ordenar la gran cantidad de datos, destacando por sobre todos, los más importantes. El historiador estudia y selecciona esos datos de acuerdo a su importancia.

Como disciplina, la Historia posee sus propias técnicas y métodos, entendiéndose por “método” al conjunto de procedimientos a seguir durante una investigación, en su anhelo por alcanzar la verdad.

Cuando el historiador investiga, debe disponer de una amplia información, reunir la mayor cantidad de datos posibles y, por sobre todas las cosas, dominar el método y las técnicas de investigación. Su meta principal es ofrecer resultados concretos y fidedignos, desprovistos de toda parcialidad. Para ello deberá dejar de lado sus propias ideas y convicciones y trabajar fríamente y lejos de todo interés particular.

Las etapas de la investigación histórica son:

La heurística: es el trabajo de la búsqueda de datos.
La crítica: que es el examen y análisis de los datos hallados.
El ordenamiento y la exposición: es la forma adecuada de relatar la investigación realizada.

IMPORTANCIA Y NECESIDAD DE LA HISTORIA

La Historia permite y facilita el conocimiento del pasado, ayuda al individuo a interpretar los tiempos que vive y, por sobre todas las cosas, lo educa.

Aunque no es tarea sencilla, se trata de una ciencia accesible, que permite al lector saciar su sed de conocimiento del pasado y sus orígenes.

Los hechos no vuelven a repetirse porque la Historia no retrocede, pero sucesos sumamente similares pueden llegar a ser utilizados para corregir y evitar los mismos errores pese a que, por lo general, el hombre reacciona de la misma manera.

El historiador tiene la posibilidad de contemplar los hechos a la distancia ya que domina la perspectiva histórica y busca en el pasado las raíces o el génesis de lo actual.

La Historia enseña; muestra los grandes aciertos y errores que llevaron a importantes culturas y civilizaciones a su máximo esplendor y posterior decadencia. Ofrece las alternativas de los cambios y sus consecuencias y por ello es importante, útil y necesaria. No se puede ignorar el pasado porque el pasado es el que permite estudiar en detalle la evolución de los pueblos.

FUENTES DE LA HISTORIA

Las fuentes de la Historia son las huellas del pasado; constituyen el material que permite la reconstrucción de los hechos y el medio indispensable que el historiador utiliza para cumplir su tarea.

Esas fuentes pueden ser:

Las tradiciones: noticias, rituales, costumbres, mitos y leyendas. Son las más inseguras e imperfectas.
Los monumentos: obras erigidas por el hombre (edificios, esculturas, grabados, imágenes) que el investigador analiza para extraer conclusiones. Muchos pueblos del pasado, como los calchaquíes y los diaguitas, que no han desarrollado ningún tipo de escritura, son estudiados a través de sus monumentos.
Los documentos: son los testimonios escritos (manuscritos, inscripciones, impresos) y constituyen la fuente principal, aunque no del todo definitiva, de la Historia.

CIENCIAS AUXILIARES DE LA HISTORIA

Para su mejor desarrollo, la Historia recurre a otras disciplinas del saber humano, algunas de ellas puramente históricas y otras independientes. Son ellas:

Las específicamente históricas:

La Cronología: estudia el tiempo en el que tuvieron lugar los acontecimientos.
La Arqueología: investiga ruinas y monumentos antiguos.
La Epigrafía: descifra las antiguas inscripciones sobre restos duros (piedras, muros, lápidas, metales).
La Paleografía: descifra escrituras antiguas sobre papel.
La Numismática: estudia monedas y medallas antiguas.
La Sigilografía: se ocupa del estudio de antiguos sellos.
La Heráldica: estudia los escudos de armas.
La Genealogía: ciencia que trata la serie de ascendientes de un individuo y su familia y establece sus parentescos y vinculaciones.
La Iconografía: es el reconocimiento de imágenes a través de retratos.
La Filología: ciencia que estudia la lengua y los fenómenos culturales de un pueblo.

CIENCIAS INDEPENDIENTES QUE AUXILIAN A LA HISTORIA

Otras disciplinas que contribuyen con el estudio y análisis de la historia, sin depender de ella son:

La Geografía: disciplina que se dedica a estudiar los lugares en los que se desarrollaron los hechos.
La Cartografía: muy vinculada a la anterior, estudia y/o confecciona los mapas donde acontecieron los hechos.
La Demografía: analiza la población de cada lugar, sus ocupaciones, actividades, censos, etc.
La Antropología: ciencia que se ocupa del hombre en todos sus aspectos, incluyendo sus restos.
La Paleontología: que estudia los seres del pasado o las muestras de su actividad que se encuentran fosilizadas en los estratos de la corteza terrestre.
La Etnología: disciplina que clasifica las diferentes razas humanas.
La Economía: que se transforma en herramienta para la Historia cuando analiza hechos del pasado.

LA HISTORIA Y LAS CIENCIAS SOCIALES

Ciencias Sociales son el conjunto de disciplinas que estudian el individuo como componente de la sociedad. Se las llama también Ciencias Humanas. Son ellas: la Historia, la Sociología, la Geografía, la Antropología, la Demografía, el Derecho, la Filosofía, la Psicología y la Economía. Sus vínculos son muy estrechos ya que cada una se ocupa del hombre en su respectivo terreno. Por ejemplo, la Historia lo hace a través del tiempo, colaborando en el estudio de su evolución en los procesos sociales con aquellas que tratan al hombre en el presente.

De acuerdo a cada tema, los estudios históricos requieren de aquellas ciencias para su tratamiento; la Geografía para ubicar a los distintos pueblos, la Cartografía para reproducir los lugares en los que se movieron y así las restantes.

DIVISIÓN DEL TIEMPO POR ERAS

Se cuenta el comienzo de los tiempos históricos a partir de un año determinado, en el que se produjo un suceso memorable y trascendente. Los romanos lo hicieron a partir del año de la fundación de su capital y a partir del siglo VI, se lo empezó a hacer desde el año del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, hecho establecido por Dionisio el Exiguo, monje del medioevo que determinó que el hecho aconteció el 25 de diciembre del año 753 de la fundación de Roma. Todo lo ocurrido anteriormente se indica con la trascripción (a.c.) es decir, “antes de Cristo” o anteponiendo un signo negativo al año en cuestión (ej: -753). Las fechas, anteriores a Jesús se cuentan a la inversa; las posteriores ascienden a partir del número 1 y marcan el comienzo de la Era Cristiana.

LAS EDADES HISTÓRICAS. PERIODIZACIÓN

La Historia se divide en edades. Eso significa “periodizar” el tiempo, es decir, dividirlo en etapas cronológicas para comprender mejor las fases cambiantes de un determinado proceso y entenderlo mejor.

El límite de esas etapas, indicado por un año determinado, no implica una línea de separación absoluta sino una especie de franja que abarca un período donde los hechos se entrelazan e invaden recíprocamente.

Las edades históricas son cuatro:

Edad Antigua: comienza alrededor del año 4000 a.c., con la aparición de los primeros documentos escritos y finaliza con la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 de la Era Cristiana.
Edad Media: abarca desde el fin de la Edad Antigua (año 476) hasta la caída del Imperio Romano de Oriente en 1453, aunque para muchos historiadores se extiende hasta 1492, fecha del descubrimiento de América.
Edad Moderna: comprende desde el fin de la Edad Media hasta 1789, año en que se produjo la Revolución Francesa.
Edad Contemporánea: va desde el fin de la anterior hasta nuestros días.

PREHISTORIA, PROTOHISTORIA E HISTORIA

Los estudiosos han dividido el estudio de los tiempos pasados en Prehistoria: etapa anterior a la aparición de los primeros documentos escritos; Protohistoria: período de transición inmediato al anterior en el que, además de los restos antropológicos y arqueológicos, se valorizan leyendas, mitos y tradiciones y, finalmente, la Historia: que comienza con la aparición de los primeros escritos del hombre, entre el 5000 y 4000 a.c.

LA HISTORIOGRAFÍA

Es la narración que se hace por escrito, de los hechos del pasado. Requiere de una correcta expresión y mucha precisión en la exposición. Se trata del registro escrito de lo que se conoce sobre las vidas y las sociedades del pasado y la forma en que los historiadores han intentado analizarlas.