Mi Martínez querido
 
“Otra localidad declarada ciudad fue Martínez, en virtud de la ley promulgada el 18 de noviembre de 1981 por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, a propuesta del entonces intendente municipal Carlos Ernesto Galmarini, quien en el acto que festejó el acontecimiento dijo que ‘yo les diría que en realidad fue reconocida como ciudad –y no declarada–, ya que sus 75.000 habitantes, la intensa actividad educativa desarrollada en las distintas etapas pre-escolar, primaria, secundaria y de formación profesional, las manifestaciones culturales, la acendrada fe religiosa que se manifiesta y practica en los distintos templos parroquiales, centros misionales, capillas de las distintas congregaciones que, junto a las iglesias de otros cultos, acercan a sus fieles al Dios Creador, sus importantes y numerosas entidades deportivas y la pujante actividad industrial y comercial, nos indica que Martínez ya era ciudad y que solamente faltaba reconocerla, este día felizmente ha llegado, después de 110 años’, haciendo referencia a que el 18 de noviembre de 1871 se había inaugurado la estación que lleva su nombre, en recuerdo y homenaje a Ladislao Martínez, opulento y progresista vecino de San Isidro.
“Lo cierto es que a poco de inaugurarse la estación Martínez la localidad comenzó a ser poblada por floricultores [hacia principios del siglo XX], que elegían esas tierras por sus excelentes condiciones, por su fertilidad.
“A esa irrupción demográfica habría de sucederle, en los albores del nacimiento de la industria cinematográfica en la Argentina, otra muy particular radicación. Los estudios de la principal empresa nacional en la materia, la Argentina Sono Film, se levantaron en las calles Entre Ríos y Posadas, de Martínez, hasta que un voraz incendio –ocurrido el 15 de febrero de 1943– destruyó completamente los tres sets de filmación con que contaba la empresa fundada por Ángel Mentasti en 1933.
“Ya por ese entonces se consideraba a la Argentina una precursora del séptimo arte en América del Sur –en Argentina Sono Film se había rodado la primera película sonora que se hizo en el país, llamada ‘Tango’– y Martínez era considerada en todo el mundo ‘la Hollywood argentina’, teniendo en cuenta que los principales artistas del país se habían radicado en esas tierras floridas, en imponentes mansiones muy similares a las que ocupaban las ‘estrellas’ del cine americano en la pintoresca Hollywood. Fallecido Ángel Mentasti el 24 de junio de 1937, sus hijos continuaron con la obra iniciada por él. Los estudios de la empresa habían sido reconstruidos parcialmente y las estadísticas hablaban de pasados esplendores. En 1937 Argentina Sono Film presentó ocho producciones, ‘Viento Norte’ entre ellas, en 1939 se filmaron diez películas más, en 1940 otras once, en 1941 doce y en 1942 otras tantas habiéndose programado la producción de quince filmes para 1943 cuando era director general de la empresa Ángel Luis Mentasti, director de producción su hermano Atilio y jefe de publicidad Raúl Alejandro Apold.
“Martínez comenzaba a metamorfosearse bajo la impronta de ese mundo mágico del cine que dio en definirse como el de la ‘época de los teléfonos blancos’".

Bernardo P. Lozier Almazán, Reseña histórica del partido de San Isidro, San Isidro, Costa Norte, 1986, pp. 221-223