Entre otros datos sobre funcionarios policiales argentinos, Sherlock Holmes, revista semanal ilustrada sobre crónicas de policía, turf y teatro, recoge los siguientes:
Empezamos, pues, como es de rigor, cediendo la palabra al Comisario, señor Alberto Dellepiane:
Agradezco la gentileza de Sherlock Holmes, al solicitar mi biografía para ser publicada.
No la tengo. Dragonearía de personaje aglomerando fechas, y no lo soy.
Sólo recuerdo que entré en la Policía, allá por el año 87.
¿Mi vida íntima? No soy coleccionista del pasado, pero puedo condensarla en una ilusión menos cada año que transcurre y un desengaño más.
La esfinge misteriosa de lo porvenir, espero tranquilo que el tiempo la descifre.
Amigos y enemigos los confundo en un solo abrazo, pues cariños y desventuras, alegrías y dolores, tienen un mismo fin.
La nota agradable de mi vida, son mis años de dulce bohemia, con sus simpáticos y melancólicos recuerdos. Poderío y riquezas no llenan el alma, y el sol de la gloria, como dijo un célebre tribuno, desde lejos quema y desde cerca enfría.
Labrar la dicha de todos... ¡Si pudiera!... Alberto Dellepiane.
Esto dice, en un gesto de varonil modestia, el señor Dellepiane, pero, nobleza obliga, y nos creemos en el caso de decir algo también por nuestra cuenta.
El señor Dellepiane, en cuanto a funcionario público (personalmente, tenemos, muy para nuestro fuero íntimo, hecho el concepto que nos merece), se ha señalado siempre por su actuación concienzuda y distinguida, conquistando sus ascensos a fuerza de fuerza y previa la conquista de la estima y la consideración de sus superiores jerárquicos.
Y si a esto añadimos, como rasgo personal, esa modestia de que nos da acabada muestra en su autobiografía, tenemos, perfectamente acabado, el tipo del funcionario policial moderno y en consonancia con los progresos y la mayor cultura ascendentes de la metrópoli.
Al César lo que es del César, y no es esto más que la fiel expresión de la verdad.
Comisarías Seccionales. La 29ª, Sherlock Holmes, n° 63, Buenos Aires, 10 de septiembre de 1912
Alberto Dellepiane también fue comisario de la 41 de Palermo. Mario L. Croppi le dedica el tango de su autoría -letra y música- La 41, tango policial de gran moda para piano, violines, golpes y papel de lija. Fuente: Museo Carlos Gardel de Buenos Aires.