El jerarca argentino del Tercer Reich, por la Lic. Andrea Manfredi
Hombres como Josef Mengele, Adolf Eichmann y muchos otros, huyeron hacia la Argentina una vez terminada la Segunda Guerra Mundial. Miles de leyendas se han tejido en torno a este tema, hasta se llegó a decir que el mismísimo Hitler y Martin Bormann, se refugiaron en nuestro país, cuando en realidad el primero pereció en su bunker el 30 de abril de 1945 y el segundo a escasos metros de la estación del tren de Friedrichstrasse, durante la huida de Berlín, pocos días después. Sin embargo, muy pocos conocen la historia del ministro argentino que acompañó al Führer durante casi todo su mandato, ocupando la cartera de Agricultura y Alimentos y siendo jefe de la Oficina de la Raza y Reasentamiento de las SS, policía secreta del régimen nazi; su nombre: Ricardo Walter Oscar Darré. Esta es su historia
Hacia fines del siglo pasado, un trasatlántico proveniente de Alemania, trasladaba desde esas lejanas tierras de Europa hacia Buenos Aires, a un joven alemán, aunque de apellido francés, Ricardo Oscar Darré, comerciante dedicado a los negocios de importaciones y exportaciones quien contrajo matrimonio en nuestro país con Emilia Lagergren, una argentina de ascendencia alemana y sueca. Luego de residir por algún tiempo en la casa de unos parientes, se instalaron definitivamente en una casona situada en el barrio de Belgrano, sobre la calle 11 de Septiembre 769 (actual Colegio de las Esclavas) a dos cuadras de la avenida Cabildo. Fue allí donde el 14 de julio de 1895, nació el primer hijo de esta pareja: Ricardo Walter Oscar.
En su juventud, R. W. Oscar Darré asistió a la Goethe-Schule del barrio de Belgrano donde cursó el ciclo primario y luego partió hacia Alemania para cursar sus estudios secundarios en una escuela de Heidelberg. Unos años después, viajó a Wimbledon (Inglaterra) para seguir estudiando. Durante la Primera Guerra Mundial participó como soldado raso en el frente occidental, donde fue herido. Finalizada ésta y ya con el título de ingeniero agrónomo, comenzó a escribir una serie de artículos sobre la reforma agraria y el campesinado alemán que despertaron la atención de Heinrich Himmler, futuro jefe de las SS. Este último llevó los escritos de Darré al mismísimo Hitler quien quedó maravillado con sus ideas.
Fue así que Darré se vinculó estrechamente con los agricultores y campesinos alemanes, siendo esto de suma importancia para el partido una vez que este comenzó a crecer políticamente ya que le propició un gran caudal de votos en las elecciones parlamentarias de 1933. Decía al respecto: La clase rural debe ser la piedra angular de la constitución del Estado, porque es el motor de la vida y la fuente vivificante de la sangre de toda la Nación. Y es así que basó su programa en una serie de medidas que beneficiaron al campesino que a partir de ese momento pasó a ser propietario de su tierra. De esta forma, Hitler había encontrado al hombre con quien iba a emprender la colonización interior del país acabando con el latifundista y por ende con el grupo de los
Junkers, terratenientes rurales alemanes. Toda esa serie de medidas le valieron el reconocimiento por parte del campesinado germano hasta el punto de ser llamado el Führer de los campesinos del Reich. Darré afirmaba que sólo quien es de sangre alemana o de razas asimiladas puede ser campesino ya que su objetivo era conservar esta clase social como fuente de la sangre del pueblo alemán.
A Hitler también le sorprendieron algunas de sus publicaciones como
El campesinado, fuente de la raza nórdica, de 1928,
En torno a la sangre y el suelo, editada al año siguiente, y
Una nueva aristocracia de la sangre y del suelo, de 1930, entre otras, donde Darré aseguraba que la única y verdadera riqueza del pueblo alemán era su fortaleza biopsíquica, la cual tenía que mantenerse siempre incontaminada de agentes ajenos. El mejoramiento sanguíneo del pueblo es la meta más acuciante de los hombres de Estado, aseguraba, por lo que su objetivo se caracterizó por conseguir, en toda Alemania, la pureza racial que tanto anhelaba el partido nazi. Para ello, dividió a la población femenina alemana en una serie de compartimentos. En primer lugar, se hallaban las mujeres de raza germana pura que podían casarse con miembros de una selección parecida de hombres, los cuales se caracterizaban por ser los más hermosos y bien conformados y vigorosos; un segundo grupo reunía a las alemanas de raza pura y condiciones físicas normales; luego había un tercer grupo femenino de sangre mezclada con otras razas europeas, y finalmente estaban las mujeres judías, a quienes les estaba prohibido casarse, fomentándose su esterilización. Se les dejaba bien en claro a aquellas mujeres que, para evadir la ley, se hubieran casado en el extranjero con alguien que no reunía las condiciones requeridas para ser considerado apto racial, que su matrimonio en suelo germano sería considerado nulo. Este pensamiento le valió el título de Guardián de la Ley de la Sangre de la Vida de las SS en 1937. Walter Oscar Darré fue sin dudas, uno de los ideólogos de la política racial implementada por el Nacionalsocialismo en aquellos años.
Hitler nombró a Darré Ministro de Agricultura y Alimentos; cargo que desempeñó desde junio de 1933 hasta mayo de 1942, fecha en que debió alejarse por razones de salud y por ciertos desacuerdos con el Führer. Durante el gobierno nazi, además del ministerio, Darré desempeñó otras funciones como diputado en el Reichstag, dirigente del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, y Teniente General de las SS, recibiendo en 1936 la insignia de oro del partido además de otras distinciones. Desde 1931 dirigió la Oficina de la Raza y Reasentamiento de las SS y siguió publicando numerosos escritos racistas.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Darré, como Ministro de Agricultura y Alimentos, fue incapaz de asegurar una alimentación suficiente a los alemanes. A esto se sumó una discusión que tuvo con el Führer, quien le exigió reducir las raciones de alimentos a los trabajadores forzados de los campos en beneficio de los soldados del frente, a lo que Darré se negó alegando que esto ocasionaría el bajo rendimiento de los primeros. Por esta razón fue definitivamente revocado de sus funciones en 1942 y reemplazado por Herbert Backe, secretario de Estado en Agricultura desde 1933. Darré sin embargo siguió desempeñando cargos secundarios en la Oficina de la Raza y Reasentamiento bajo las órdenes de su amigo Himmler.
En abril de 1945, los medios de comunicación del mundo anunciaban que el ex ministro Darré había sido arrestado por fuerzas norteamericanas y que sería juzgado en Wilhelmstrasse, juicio contra los integrantes civiles del Tercer Reich llevado a cabo en Nüremberg. El ministro argentino del Führer enfrentó varios cargos tales como racismo, ser miembro de las SS y robar alimento de las áreas ocupadas para entregarlos al pueblo alemán. Fue sentenciado a siete años de cárcel pero se lo excarceló en 1950, pocos años antes de su muerte en 1953 por una enfermedad hepática, aunque otros dicen que falleció al año siguiente. Muchos analistas aseguran que el hecho de haber discutido con Hitler fue lo que lo salvó de la ejecución.
BIBLIOGRAFÍA:
Steinert, Marlis,
Hitler y el universo hitleriano, Barcelona, Zeta, 2007.
Darré, Walter,
La política racial nacionalsocialista, Buenos Aires, Editorial Occidente, 1976.
Olgo Ochoa, Pedro, Un ministro argentino de Hitler en
Todo es Historia, noviembre de 1971, n° 55.
Goñi, Uki, De Belgrano al Tercer Reich. Un ministro argentino de Hitler en
Clarín Digital, Buenos Aires, 25 de mayo de 1997.